El futbolín con las piernas separadas lo inventó un gallego, conocido gracias a la leyenda difundida por el mismo creador: Alejandro Finisterre, quien dijo ser herido durante uno de los bombardeos de Madrid durante la Guerra Civil Española. Viendo a muchos niños heridos como él en el hospital (por ejemplo, incapaces de poder jugar al fútbol), pensó en la idea, inspirándose en el tenis de mesa. Alejandro confía a su amigo Francisco Javier Altuna, un carpintero vasco, la fabricación del primer futbolín siguiendo sus instrucciones. Aunque la invención fue patentada en 1937

No hay comentarios:
Publicar un comentario